Mis cuñadas (y tengo unas cuantas), bueno, y de hecho, también mi hermana, deben estar indignadísimas, porque he tenido la desfachatez de no acogerme nunca a este permiso, privándoles de la que podría haber sido mi valiosísima compañía, atenciones, etc, en ese trance y, por el contrario, me he...