Ahí va mi estupidez: prefiero no decir nada.
:-(
Es que no sé qué me pasa que entre las muelas y encías se esconden unos tacos y palabros que por alguna razón llegan a los dedos y se trasladan a las teclas. Pensaría en ir al médico pero ésos tampoco funcionan. Mi madre, qué mundo más triste.
Snif.