La adquisición de patrimonio no repercute directamente en la cuenta de resultados de la empresa a corto plazo ya que no se imputa gasto inmediato, se amortizará en función de la vida últil.
Si hay pérdidas no creo que vengan dadas por el patrimonio, sino por la actividad normal de la empresa y, en consecuencia, si las hay se podría plantear el despido objetivo por causas econónomicas.
Si se deshace de bienes obtiene liquidez pero presumiblemente se tenga que apuntar más pérdidas si cabe en función de la diferencia de valor contable al de enajenación.