Presidente del colegio de Barcelona desde 1982. Tuvo luces: nos guste o no, fue uno de los principales motores que consiguieron que la profesión hiciese un gran paso adelante en cuanto a su reconocimiento social: toga, difusión ante la opinión pública, suplicación, etc.... y, aunque también tuviese sus sombras, creo que merece el reconocimiento, no sólo de los graduados sociales de Barcelona, sino también de los de toda España.