Efectivamente, el que los criterios de cáclulo de las retenciones a cuenta sea global para todo el estado y que luego, al liquidar el impuesto exista una cuota aútonómica no uniforme es uno de los facores que expluca estas posibles difenrencias entre lo retenido y la cuota final.
Pero también el hecho de que el trabajador pueda percibir otro tipo de rentas (e incrementos y disminuciones de patrimonio) y con otro tipo de retenciones, aunque sólo se trate de los intereses de alguna cuenta bancaria.
Y, por supuesto, el impacto que en su caso puede tener la deducción por adquisición de vivienda habitual.
También, aunque probablemente no sea ahora el caso, exisen otras circunstancias que puden justificar que ñla retencion a cuenta no coincida con la cuota final, por ejemplo cambio de empresa a lo largo del año, pluriempleo, percibir prestaciones por pago directo, que entre en juego alguno de los límites en las retenciones, etc.
Por otro lado, y aunque ahora ya no existe ese redondeo previo, tradicionalmente ha existido otro factor adicional que favorecia el que se alejasen las retenciones correctamente aplicadas y la cuota final, incluso en los casos en los que las únicas rentas fueran de trabajo por cuenta ajena y percibidas por un único pagador. Y es que a la hora de calcular las retenciones, existía un redondeo previo, de forma que laretención aplicada cada mes, aunque fuera un tipo con decimales, estaba calculada en base a un tipo previo redondeado (en base a ese tipo de redondeado, los ingresos ya percibidos, las retenciones ya practicadas y los rendimientos previstos hasta final de año y la retrención aún pendiente de practicar considerando ese tipo redonedado y en base a la globalidad d erencimientos, nos daba un tipo de retención coin decimales pero , por ese redondeo previo, podia no corresponderse con la retención realmente necesaria para cuadrar retenciones y cuota final.
Por ejemplo, la retenciòn previa con decimales podia ser el 15,49%, la redondeada el 15%, la nueva retención se calculaba sobre ese 15% aunque podrá dar lugar a un tipo de retención también con decimales. Eso provocaba una desviación entre la retenció practicada (y correcta) y la cuota teórica, desviacion que podia irse incrementando mes a mes, ya que, recordemos, uno de los límites en las retenciones es la de no poder incrementar el tipo de retención si no hay un incremento en la previsión de ingresos (o disminucion de gastos...). Es cierto que muchas empresas se pasaban ese límite legal por el forro, incluso A3 facilitaba un fichero de cuadre que no lo tenia en cuanta y que muchas empresas y profesionales seguían a pies juntillas, con el ánimo y obsesión de conseguir ajustar las retencies reales con la cuota teórica.
En definitiva, que existen diversas causas que pueden justificar que las retenciones correctamente practicadas no se correspondan exactamente con la cuota final del impuesto, aunque alguna de ellas ha desaparecido recientemente (la del redondeo previo en las retenciones).
Saludos
