Despido disciplinario y prestación por desempleo.

Juan Miguel

Nuevo miembro
Hola a todos, os comento. Un trabajador que no se ha incorporado a su puesto de trabajo, falta ya 3 dias, es la segunda vez que lo hace, la vez anterior se le amonestó por escrito. Ahora se va a proceder a su despido por causas disciplinarias atendiendo al art.54 del ET. Me pregunta el empresario si va a tener derecho a prestación por desempleo, yo entiendo que si. Pero me surge alguna duda:
-Qué criterio sigue el INEM? porque podría haber "voluntariedad".

El empresario está preocupado porque no quisiere meterse en juicio y el trabajador, según me dice el empresario, estaría dispuesto a no reclamar si cobra el paro.

Qué opinais?
Saludos.
 

Nando_bcn

Miembro conocido
Si le despedis (que tal vez es eso lo que busca el trabajador) estará en situación legal de desempleo y, por tanto, tendrá derecho a la prestación de desempleo (si reúne además los requisitos de cotización).

Si vais por la vía fácil, haciendo abstracción de la inmoralidad que puede suponer el facilitar de esta manera prestaciones públicas en base a incumplimientos deliberados y del precedente que puede suponer dentro de la empresa (quien en tu empresa quiera irse a vivir al pueblo, montar un videoclub, tomarse un par de años sabáticos para lo que sea, ya sabe lo que tiene que hacer, desaparecer unos días, recibe una "amonestación por escrito" y luego lo vuelve a hacer, entonces ya le despedis y entonces a cobrar el paro (y, encima, como hayas tenido algun despiste, igual os saca la indemnizacion por improcedente), pues eso, le despedís y listo (pero hacedlo bien que, como decía, igual os reclaman la improcedencia).

Bueno, el tema ya lo hemos discutido infinidad de veces en el foro. Yo, aunque tambien puede tener sus riesgos, soy partidario de que "tonterias las justas". Que no vienes un día, te sanciono, que vuelves a faltar, te vuelvo a sancionar cada vez más fuerte, por reiteración (y dándole en el bolsillo, que es donde más duele, y encima sin despedirle, si es eso lo que quiere). Que no da señales de vida ni contesta a nuestros requerimientos (reiterados, explícitos y por burofax) intentar la baja por abandono de puesto de trabajo (sin paro), aunque su sola amenaza lleva a muchos a regresar. Y se acaban las tonterias y abusar de las prestaciones que están para lo que están y cada vez hay menos recursos para sostenerlas.
 
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