El convenio más bajo.

ferrarito

Nuevo miembro
Los que trabajais en gestorías, o asesorías, cuál es el convenio más bajo que conoceis, y como se lo han tomado los empresarios?
 

Ro

Miembro activo
Peluquería autonómico. Se lo han tomado bien, pagar menos del 1050 euros brutos con pagas incluidas por una jornada completa sí que era vergonzoso.
 

FERNANDO

Miembro conocido
Pues 12.600 euros año no es un sueldo tan bajo si hablamos, por ejemplo, de un auxiliar administrativo, de acuerdo a lo que veo en info Jobs.
 

fundación

Miembro conocido
Pues si se cumple el acuerdo patronal-sindicatos para alcanzar un mínimo de 14000 anuales en estos dos años, igual rechinan los dientes.
 

ManuelSM2

Miembro
Carnicería- Charcutería para Valencia-Castellón. Lo gracioso es cuando ves que trabajadores en categorías inferiores pasan a cobrar lo mismo que otros en categorías superiores.
 

FERNANDO

Miembro conocido
Son salarios bajos, sí. ¿Pero estamos seguros que muchas empresas van a poder pagar salarios de 14.000 euros en adelante por trabajos sin ningún tipo de cualificación? Teniendo en cuenta la seguridad social aparte, claro. 14000 + 4700= 18700 euros al año. que es muy fácil pontificar mientras cobras un salario público de 4000 euros al mes como diputado o teniente de alcalde de podemos, sin tener ni puta idea de lo que cuesta tener que pagar las nóminas cada mes. O como el Rufián, que curiosamente es diplomado en relaciones laborales y que, trabajando, ganaba 1100 netos al mes, mientras que ahora se levanta 6000 por dar discursos buenistas. Que, como decía aquel, una cosa es predicar y, otra, dar trigo.

El debate está abierto.
 

Mr. White

Miembro activo
FERNANDO dijo:
Pues 12.600 euros año no es un sueldo tan bajo si hablamos, por ejemplo, de un auxiliar administrativo, de acuerdo a lo que veo en info Jobs.

Es una miseria, venga en Infojobs o en el segundamano.
 

mafaldasur

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Los CC que se me han ido de madre son:
Peluquerías y gimnasios, algunas categorías de enseñanza no reglada, aparcamientos, criertas cat de seguros, costura y
arreglos y las ludotecas.
 

Santiago

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Por aquí Peluquería y centros de estética de Catalunya.
Han pasado de 765 euros a 900 euros. El empresario tiene un cabreo que trina.
La subida del SMI siempre es buena. Quizás el problema era que hubiera convenios que permitieran salarios tan bajos.
En cualquier caso, la subida tan fuerte ha supuesto un impacto este mes de enero para las pymes que han tenido que aplicar esa subida.
 

depaula

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Pues tendrán que subir un poco los precios. Prefiero un país con salarios altos que nadar en la miseria.
 

FERNANDO

Miembro conocido
Sí, pero es que nuetro sistema productivo es de bajo valor añadido. Ergo, los salarios también son bajos. No hay más cera que la que arde, opino.
 

Mr. White

Miembro activo
Tal cual, somos el bar de copas de Europa...sistema educativo sin rumbo y politizado no, lo siguiente, apuesta ridícula por la innovación, etc etc...

"Tenemos que darnos cuenta de que como no aprendamos a más velocidad que el resto de los países, nos vamos a quedar atrás. Las mejores naciones deben poner lo mejor en la educación. En la historia, España perdió el tren de la ilustración y el de la industrialización. Como perdamos el tren del aprendizaje, nos vamos a convertir en el bar de copas de Europa".

https://www.burgosconecta.es/culturas/jose-antonio-marina-filosofo-20181029003135-ntrc.html
 

fundación

Miembro conocido
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FERNANDO

Miembro conocido
Interesante artículo de Marc Vidal que va en esta línea....



En 1881 se fundó Kodak. Su idea era muy innovadora. Se trataba de simplificar el proceso de impresión de las placas con las que se tomaban fotografías por aquel entonces. Siete años después lanzaba la primera cámara de fotografía de bolsillo con unos cartuchos que se podían reemplazar. Lo que más tarde se conocería como ‘carretes’.

A principios de los 80, más del 90% de las películas utilizadas para el revelado de fotos eran de Kodak. Algo que no todo el mundo sabe es que en 1975 Kodak patentaba la primera cámara digital. Pero apenas dos décadas después cerraban. Muy pocos saben que apenas unos años después, en una de esas reuniones estratégicas cualquiera, alguien planteó que estaría bien tener en cuenta las opciones de negocio y futuro que sugería ese tipo de dispositivo.

Kodak subestimó la propuesta por tres motivos. El primero porque se consideró que si procedían a estructurar su modelo de negocio en lo digital, eso ponía en riesgo el core business de la empresa basada en el papel fotográfico y daba pistas a cualquier tipo de empresa a ser competencia a medio plazo. El segundo motivo porque la dirección de Kodak pensó que el stock de material disponible era tan grande que era mucho mejor prorrogar cualquier opción en ese sentido. Y el tercer motivo uno mucho menos objetivo. Basándose en la intuición de los expertos de la empresa, consideraron que sería muy improbable que en el futuro la gente prefiriera ver sus recuerdos y fotografías en pantallitas digitales antes que en el papel de revelado Kodak de siempre.






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Se equivocaron. Los tres motivos por los que no avanzar en un modelo de negocio digital, fueron erróneos. Especialmente en aquello que tenía que ver en el modelo de negocio. No identificaron algo que se vino como un auténtico tsunami y que ha acabado por transformarlo todo. La fotografía digital llegó, nadie pudo evitarlo, y fue a partir de ahí que se hicieron más fotografías que nunca. La cantidad de fotos que hacemos es exponencial. Cada vez más y el negocio dejó de ser el soporte o el papel de revelado. Dejó de ser un negocio proporcionar el modo de ver las fotos. El negocio nacería años después cuando se entendió que ver fotos era un hecho secundario y el negocio aparecía en la captura de usuarios. La publicidad asociada a Instagram es el negocio, los datos obtenidos son el negocio, ya no lo es el soporte.

Kodak fue uno. Hubo más. Blockbuster dominó el alquiler de vídeos originales durante gran parte de los ochenta y noventa. Llegó a valer 8.400 millones de dólares. Netflix, cuando todavía era una empresa pequeña allá por el año 2001, les propuso asociarse para explorar algo nuevo llamado ‘streaming’. Blockbuster se negó y cerró definitivamente en 2013.

Nokia fue líder de la telefonía móvil durante casi dos décadas. Llegó a ser tan potente que entre 1998 y 2007 su aportación al crecimiento de Finlandia fue del 25%. En 2011 se hundió porque no identificó que su rival no era BlackBerry sino el incipiente iPhone de Apple. Los Millennial habían llegado y querían más datos, más Internet y menos voz.

De cómo una empresa innovadora y con una posición dominante, no identifica la disrupción en su sector o mercado hay muchas. La mayoría, además, suelen entrar en zonas de riesgo y colapsar. Hoy en día existen infinidad de empresas en esa tesitura incluso sin saberlo. En la mayoría de los casos afrontar la transformación digital obligatoria no está siendo fácil. Y no lo es porque, casi siempre, se identifica ese proceso como incorporar tecnología y poco más. La única manera que tiene una empresa de afrontar cualquier disrupción en su mercado es generando nuevos modelos de negocio a partir de esa incorporación tecnológica. Ésta última por si sola no garantiza nada.

Que la transformación digital es algo que pronto dejará de tener sentido definir es evidente. Vivimos el cambio constante de todo cuanto nos rodea. Las empresas y los clientes asumimos con naturalidad esa modificación sin pausa que, además, no para de acelerarse. La digitalización de procesos está dando lugar a la digitalización de las industrias y ésta, a su vez, a la transformación digital de todo por derivación.

Desde los objetos personales más pequeños hasta los más grandes, todo el mundo estará conectado digitalmente, y lo hará siempre muy pendiente de cada una de nuestras necesidades y gustos. El mundo digital tal y cómo lo conocemos hoy en día parecerá algo ridículamente rudimentario en apenas una década. Pensemos en como era la red hace una década. Te invitamos a buscar imágenes de los artilugios con los que te conectabas, sus formas, su velocidad, lo que podías hacer con ellos.

Sin embargo lo importante no será cuántos estaremos conectados sino qué tipo de objetos lo estarán. No será determinante ‘quién’, sino ‘qué’. Desde cepillos de dientes a neveras pasando por coches o puertas de acceso. Todo emitiendo y recibiendo como en una bacanal de datos dando tumbos de un lado a otro, ordenando la compleja convivencia entre humanos, el Internet de las Cosas y el ‘Internet del Todo’.

Si has llegado hasta este párrafo final es que tu interés por cuánto significa la disrupción tecnológica es importante. Y haces bien. No debes temer al futuro pero sí que debes prepárate para él. El futuro es un desafío tecnológico, socioeconómico y, por supuesto, personal. Allí se sitúa el mayor reto empresarial en décadas, pero como siempre ha pasado, la tecnología llegará irremediablemente.

Prepararse para su llegada es la mejor idea, analizar cuáles serán nuestras opciones en ese instante también. Si tienes que cambiar completamente hazlo. Si tus compradores han cambiado, tú debes cambiar también. En gran medida la Nueva Economía, la digitalización de todo, no nos cierra ninguna puerta, nos abre un mundo de opciones enorme.

En días de huelgas y protestas, los taxis esperan que imponiendo la regulación salvarán su modelo de negocio. Se equivocan como se equivocaron otros antes. La opción de abrazar un modelo de gestión, uso y negocio es la clave para enfrentarse a cualquier disrupción. La otra es tratar bien a tu cliente y usuario. Esto va de colocar a un nuevo cliente digital en el centro de la cadena de valor.

¿Está el taxista asumiendo ese cambio de manera de vivir? Las plataformas de movilidad como Cabify, Uber o de otra índole como Blablacar, Car2go, BlueMove, eCooltra, etc., no son la competencia, son sencillamente respuestas a un nuevo modo de vida que considera que lo importante no es sólo ir de un lugar a otro, lo trascendental es como se vive toda esa experiencia y como se adapta a la necesidad de cada momento.

La mayor responsabilidad de todo esto es de los legisladores. Como siempre a paso de tortuga en un mundo que va a ritmo de McLaren. El enemigo de los taxistas no es Uber. Si lo fuera así no podrían convivir en otros países. Lo que cambia entre esos países y el nuestro por ejemplo es la legislación desfasada que penaliza ser taxista. El rival del taxista es el futuro, los nuevos tiempos y el peso de lo inevitable. Por eso la protesta no debe ser contra lo que va a ser si o si, sino para estimular a que se disponga de un marco legal que posibilite la convivencia de una movilidad libre y un taxi moderno.

Los tres actores son conductores, pasajeros y legisladores. Los taxistas consideran que en los primeros no caben otras fórmulas que no sean las que ellos representan. Los pasajeros mayoritariamente quieren un buen servicio. Los legisladores siguen de cenas de partido. Las protestas del taxi, en ocasiones, me recuerdan las que se llevaron a cabo a principios del siglo XVI en Italia. El sector del vino de ese país logró que se prohibiera el café en todo el país durante casi un siglo. Consideraban que si se servía en cantinas como acompañante de conversaciones acabaría con el negocio vitivinícola. Obviamente eso no fue así, pero el miedo inicial era razonable. Desde hace más de un año en algunos países del mundo puedes utilizar taxis autónomos. En algunos casos ya no son pruebas piloto, ya son una realidad. Bosch, Daimler y Mercedes-Benz van a lanzar un servicio de 'robotaxis' en ciudades europeas y americanas o, lo que es lo mismo, un servicio automatizado de transporte de pasajeros aquí mismo. En breve taxistas y conductores de Uber se manifestaran juntos. Al tiempo

 

fundación

Miembro conocido
Yo en lo del taxi no quiero entrar ni a valorar, tengo un amigo taxista en Madrid que además es de los que ha salido entrevistado en algún informativo  ;)

Ya lo más bajo es lo de los becarios de los premios Goya: "Nos hacen currar hasta la madrugada totalmente gratis".

La Academia de Cine celebrará este sábado la 33ª edición de la gala de los Premios Goya. El evento volverá a reunir a las más altas personalidades del mundo del cine, pero también a los becarios más precarios. La Academia utiliza cada año a decenas de estudiantes para realizar todas las labores de azafato sin remuneración, transporte, alojamiento ni cotización a la Seguridad Social. Eso sí, su labor es imprescindible para la gestión de la gala y convertirla así en el mayor espectáculo del cine español cada año. Todo a un precio muy asequible para la Academia.

Los becarios son estudiantes universitarios, la mayor parte de máster de Protocolo y Organización de Eventos, que realizan estas prácticas como parte obligatoria de su formación (prácticas curriculares no laborales). No perciben ningún tipo de remuneración y tampoco están dados de alta en la Seguridad Social, pero sí tienen que firmar un documento de riesgos laborales.

El Confidencial se ha puesto en contacto con varios becarios que hicieron esas prácticas o que las harán en esta próxima gala y en todos los casos la experiencia es la misma. “El día de la gala de los Goya trabajé 12 horas, desde las tres del mediodía a las tres de la mañana, y allí trabajábamos como ‘cerdos”, explica Pablo (nombre ficticio), “éramos unos 120 becarios y nos encargábamos de todo, desde recoger a los invitados hasta guardarropía, ‘sitting’, control de accesos e incluso hacíamos de aguadores”.

El día de la gala de los Goya trabajé 12 horas, desde las tres del mediodía a las tres de la mañana, y allí trabajábamos como ‘cerdos’

“No cobrábamos nada, pero estábamos todo el día pringando”, explica Nuria (nombre ficticio), “era un curro hasta la madrugada por el que no te daban nada, solo los créditos para poder acabar el máster”. Muchos de los becarios trabajan hasta el final de la fiesta posterior a la gala, que se prolonga hasta las cinco de la madrugada.

Este periódico ha tenido acceso a documentos en que los organizadores de las prácticas repartían el trabajo de los alumnos y detallaban las tareas que tenían que realizar. Por ejemplo, uno de los becarios es “auxiliar encargado de atender al presentador de la gala” desde las 16:00 hasta la 1:30 de la madrugada, ya sean Dani Rovira, Ernesto Sevilla o Andreu Buenafuente. “Estábamos ahí para cualquier cosa que necesitara, bebida, comida, llevar su equipaje, lo que fuese”, explica Ana (nombre ficticio: los alumnos y exalumnos no han querido aparecer porque temen que pueda afectar a su carrera profesional).

“En las prácticas, no aprendías nada; yo hacía lo mismo que en mis trabajos como azafata que tenía para ayudarme a pagar mis estudios”, explica Nuria. En el dosier de tareas quedan retratadas todas las funciones que tenían que cumplir los becarios. Por ejemplo: “Tener aguas para beber durante la gala” o "control de aquellos equipajes de los que tienen habitación y coordinarlo con los botones". Los alumnos también se encargaban de “explicar a los ganadores que cuando acaben con prensa tienen que volver a su butaca y luego, al final de la gala, volver para hacerse la foto de familia de todos los ganadores”.

En las prácticas no aprendías nada; yo hacía lo mismo que en mis trabajos como azafata que tenía para ayudarme a pagar mis estudios

“Nosotros hacíamos todas estas tareas, allí no había azafatos profesionales a los que ayudáramos”, explica Ana. La Academia se ahorraba todos esos puestos de trabajo. Los becarios también tienen que cumplir unas normas de vestimenta, ya que la Academia tampoco les pagaba el uniforme. “Recordad que la uniformidad es totalmente negro, evitando prendas vaqueras y calzado deportivo”, explica un 'e-mail' de gestión de las prácticas enviado a todos los becarios.

La Academia también ha utilizado a algunos becarios durante la gala de ensayo que realiza unos días antes. En ese 'ensayo general', los alumnos tienen “la tarea de hacer de figuración para posibles entregadores, recogidas de premios, etc.”.

En el año 2013, la Academia publicitó un acuerdo con Adecco para contratar a jóvenes desempleados como azafatos durante la gala. En concreto, se dedicaban a acercar las estatuillas al atril durante la ceremonia. En ese caso sí tenían contrato y la remuneración ascendía a 1.000 euros por unos días de trabajo. En ese caso, la Academia sí comunicó las contrataciones a toda la prensa, justo lo opuesto a lo que ha hecho con sus becarios, a quienes ha dejado siempre ocultos. Cuando estalló la polémica, se limitó a recordar que todos sus contratos se hacen respetando “la legalidad vigente en materia laboral y salarial, y en todo lo que se refiere a derechos y riesgos laborales”. En efecto, las prácticas gratis son perfectamente legales.
Ocho años de ‘gratis total’

La primera colaboración con los becarios del ‘gratis total’ de la Academia comenzó en 2012 a través de un acuerdo con el Instituto Superior de Protocolo y Eventos (ISPE), un centro asociado a la Universidad Camilo José Cela de la Comunidad de Madrid. La colaboración se prolongó hasta 2015, cuando se rompió el acuerdo entre la universidad y el centro y la dirección del máster firmó un nuevo convenio con la Universidad Rey Juan Carlos. Desde entonces, este nuevo centro, el Isemco (International School of Event Management & Communication), ha realizado las mismas prácticas con la Academia, a quien facilita los becarios gratis de su máster.

Las prácticas no cambiaron durante todo este periodo, de hecho, la redacción de la convocatoria apenas se ha modificado desde 2012, cuando comenzó el acuerdo. Este año será diferente, ya que tras la polémica generada cuando saltó a la luz la convocatoria de las prácticas, el centro Isemco ha comunicado a los alumnos que “haremos menos horas para que ninguno nos sintamos explotados”, explica Pedro (nombre ficticio), alumno que está cursando actualmente el máster.

El centro nos ha dicho que haremos menos horas en la próxima gala de los Goya para que ninguno nos sintamos explotados

La polémica generada ha provocado que el Centro Universitario San Isidoro, adscrito a la Universidad Pablo de Olavide de Sevilla, haya decidido cancelar estas prácticas para sus alumnos. No lo ha hecho así el Isemco, que volverá a mandar a sus alumnos a la gala. A falta de tres días para los Goya, si estos becarios no participan en la gala, difícilmente podría llevarse a cabo. Eso sí, los becarios tendrán que pagarse su viaje hasta Sevilla, ya que este año se celebra ahí la gala, y también el alojamiento: "Isemco no tiene fondos para pagarnos el viaje a 100 alumnos", explica Pedro. “En mi curso, me llevó mi padre a la gala y después vino a recogerme”, explica Ana.

Los becarios también lamentan la “competencia desleal” que hace el centro hacia el resto del sector, ya que es imposible competir con mano de obra gratis. “Nos tenían de mano de obra gratuita”, denuncia Pablo, “es imposible que un profesional pueda competir con eso”. “Al final, en vez de contratar a 100 azafatos profesionales, tienen ahí a becarios; cuando intentas acceder al mercado laboral, te das cuenta de que no puedes competir con eso”, lamenta.


 
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