toni
Miembro conocido
Empieza el primer asalto...
La ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, no tardó mucho en reaccionar nada más, conocerse la noticia y cargar contra el dirigente empresarial, reclamándole "coherencia". Y es que las relaciones entre Díaz y Garamendi precisamente no pasan por el mejor momento, desde que a mediados de diciembre se activó una enmienda a la Ley de Empleo pactada entre los grupos del Gobierno y EH-Bildu, que suponía modificar el Estatuto de los Trabajadores con el propósito de dar más poder a la Inspección de Trabajo en el control de las causas de los despidos colectivos.
Los empresarios calificaron de "traición" la medida, activando el rechazo a la interlocución con Trabajo. Este enfado se plasmó en las dos reuniones que se llevaron a cabo para alcanzar un acuerdo en la subida del SMI, donde CEOE no estuvo presente.
La ministra aprovechó para cargar contra el presidente de los empresarios y pedirle coherencia ante la negativa a negociar una subida de salarios a los más vulnerables. "Le pido que sea coherente y negocie los salarios del conjunto del país", recalcó la vicepresidenta, quién con cierta dosis de ironía, hizo hincapié en que "con un salario de 380.000 euros -Garamendi- tendrá la perspectiva suficiente para hacer ver que los trabajadores, que además están teniendo en grandes empresas enormes beneficios, tiene que subir los salarios en el conjunto del país".
Esta crítica llega en un momento en el que la mesa de negociación salarial está en el dique seco y sin esperanza de retomar las negociaciones, por lo que los salarios de millones de trabajadores siguen congelados, sufriendo la consiguiente pérdida de poder adquisitivo, tras el IPC medio del 8,4% de 2022.
CEOE asegura que la fórmula del contrato de alta dirección es la que se ha considerado más adecuada por las similitudes de las funciones de Garamendi y las de un alto directivo. Este contrato aún tiene que pasar varios filtros internos dentro de la organización para su visto bueno. Así, según aseguran fuentes patronales, tiene que verse en la Junta Directiva y en la Comisión de Control Presupuestario. Justifica este cambio en que CEOE "es un organismo independiente en cuyos estatutos se establece que corresponde a la Junta Directiva decidir si el presidente de la organización percibe o no remuneración y en qué cuantía".
La remuneración actual, así como su vínculo con la entidad, ha sido aprobada por unanimidad en el seno de la Junta Directiva, compuesta por cerca de 300 representantes de las organizaciones empresariales, miembros de CEOE, de acuerdo con los procedimientos internos y los principios de transparencia. CEOE pide "respeto hacia las decisiones que se adoptan en el seno de los órganos de gobierno de la organización".
La ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, no tardó mucho en reaccionar nada más, conocerse la noticia y cargar contra el dirigente empresarial, reclamándole "coherencia". Y es que las relaciones entre Díaz y Garamendi precisamente no pasan por el mejor momento, desde que a mediados de diciembre se activó una enmienda a la Ley de Empleo pactada entre los grupos del Gobierno y EH-Bildu, que suponía modificar el Estatuto de los Trabajadores con el propósito de dar más poder a la Inspección de Trabajo en el control de las causas de los despidos colectivos.
Los empresarios calificaron de "traición" la medida, activando el rechazo a la interlocución con Trabajo. Este enfado se plasmó en las dos reuniones que se llevaron a cabo para alcanzar un acuerdo en la subida del SMI, donde CEOE no estuvo presente.
La ministra aprovechó para cargar contra el presidente de los empresarios y pedirle coherencia ante la negativa a negociar una subida de salarios a los más vulnerables. "Le pido que sea coherente y negocie los salarios del conjunto del país", recalcó la vicepresidenta, quién con cierta dosis de ironía, hizo hincapié en que "con un salario de 380.000 euros -Garamendi- tendrá la perspectiva suficiente para hacer ver que los trabajadores, que además están teniendo en grandes empresas enormes beneficios, tiene que subir los salarios en el conjunto del país".
Esta crítica llega en un momento en el que la mesa de negociación salarial está en el dique seco y sin esperanza de retomar las negociaciones, por lo que los salarios de millones de trabajadores siguen congelados, sufriendo la consiguiente pérdida de poder adquisitivo, tras el IPC medio del 8,4% de 2022.
CEOE asegura que la fórmula del contrato de alta dirección es la que se ha considerado más adecuada por las similitudes de las funciones de Garamendi y las de un alto directivo. Este contrato aún tiene que pasar varios filtros internos dentro de la organización para su visto bueno. Así, según aseguran fuentes patronales, tiene que verse en la Junta Directiva y en la Comisión de Control Presupuestario. Justifica este cambio en que CEOE "es un organismo independiente en cuyos estatutos se establece que corresponde a la Junta Directiva decidir si el presidente de la organización percibe o no remuneración y en qué cuantía".
La remuneración actual, así como su vínculo con la entidad, ha sido aprobada por unanimidad en el seno de la Junta Directiva, compuesta por cerca de 300 representantes de las organizaciones empresariales, miembros de CEOE, de acuerdo con los procedimientos internos y los principios de transparencia. CEOE pide "respeto hacia las decisiones que se adoptan en el seno de los órganos de gobierno de la organización".