En teoría, el tiempo adicional invertido por el desplazamiento es tiempo de trabajo (puede requerir o exigirse compensación), pero el tema tiene sus matices y a menudo acaba imperando el sentido común (y tampoco es lo mismo, no técnicamente, me refiero a ese sentido común, tolerancia, flexibilidad..., realizar algún viaje de trabajo de forma muy ocasional que tener que hacerlo regularmente).
Estamos partiendo de la base de que se trata de un trabajador con un centro de trabajo físico asignado y de desplazamientos que deba hacer por motivos de trabajo a otros lugares distintos a ese centro (ya sean que impliquen viajes de cientos de kilómetros en avión, tren, etc, o a poca distancia del centro de trabajo).
Como sabemos, el tiempo de desplazamiento del domicilio del trabajador a su centro de trabajo no se considera tiempo de trabajo (repito, estamos refiriéndnos a casos en los que el trabajador tiene un centro de trabajo concreto asignado; hay casos especiales con centros de trabajos móviles o simplemente que no existe propiamente centro de trabajo y la actividad implica, por ej, ir directamente a visitar a los clientes, casos en los que puede ser diferente). Bien, en estos casos, teóricamente se consideraría tiempo de trabajo efectivo el que se requiera para desplazarse a esos otros lugares DESDE EL CENTRO DE TRABAJO EN EL QUE SE ESTÁ ADSCRITO. Por ejemplo, voy a mi centro de trabajo habitual, el tiempo que invierta, ya sean unos minutos u horas, no es tiempo de trabajo (es mi problema la distancia que pueda tener desde mi domicilio a mi centro de trabajo, o las facilidades de transporte que puedan existir, etc). Si, una vez ahí, por motivos de trabajo, debo desplazarme a otro lugar (repito, ya sean unas pocas manzanas o cientos de km), eso es tiempo de trabajo y lo mismo respecto al tiempo que invierta en regresar A MI CENTRO DE TRABAJO (y será tembién mi problema el tiempo y/o esfuerzo que me requiera llegar a casa).
Dicho esto, está claro que cuando se trata de un viaje largo o que va a ocuparme toda la jornada (y probablemente más), lo normal es ir directamente al destino, sin pasar por el centro de trabajo. ¿Quiere decir eso que desde que salgo de casa hasta que regreso es tiempo de trabajo? NO.
Y ahí... no siempre será fácil o tendrá uno (tanto la empresa como el trabajador) ganas de complicarse y por eso, y sobretodo dependiendo de la frecuencia y exigencias de los viajes, a menudo impera el sentido común (al margen de que algunas empresas puedan tener políticas internas espcíficas sobre el tema), pero, trantando de ser escrupulosos (vamos a intentar incidir en esa mayor exigencia de tiempo que supone el viaje de trabajo) y puesto que normalmente no le vamos a exigir al trabajador que acuda primero al centro de trabajo y a la hora habitual (por ej en este caso supondría coger el AVE ya a media mañana), sí se puede hacer ficción de ese supuesto e incidir en ese tiempo adicional que puede suponerle el desplazamiento (contando viaje de ida, tiempo de trabajo en el destino y regreso) respecto al que hace habitualmente (imaginemos, caso extremo, trabajador que vive a una hora de su centro de trabajo pero al lado de la estación del AVE; en ocasiones podrá ser al contrario (aunque, ojo!, ahí ya entra el sentido común, técnicamente, insisto, la referencia sería el tiempo de desplazamiento desde el centro de trabajo. Puede ocurrir que la estación de AVE esté al lado del centro de trabajo; vale, en este caso he de tener en cuenta que en lugar de a las 9, hora habitual de llegada a mi centro de trabajo, debo estar a las 8..)
En fin, que se le puede dar muchas vueltas, pero, si uno quiere rigor técnico, sin tener que obligar a ir al centro de trabajo (algo que a menudo sería absurdo), hacer la ficción de lo que supondría desplazarse desde el centro de trabajo y regresar al mismo y ver si ello implicaría realizar una jornada mayor de la habitual. A nivel práctico, ya hemos visto que inciden otras variables.
En mi caso, pero que puedo hacer un viaje una vez al mes como promedio, tal vez menos, pues simplemente asumo que ese día me tendré que pegar un madrugón (suelo coger de los primeros vuelos sino el primero) y llegaré a casa a las tantas. Obviamente me ha requerido un tiempo mayor al que habitualmente me requiere ir a mi centro de trabajo, trabajar y regresar a casa, pero como es algo ocasional, lo asumo y sin más pretensiones de compensación. Pero no siempre es así ni somos todos iguales.