Como miembro del mismo club que tú, y transformando mis frustraciones en patadas a la ética o risas, te diré que el futuro ya está aquí, pero también te diré que tenemos que hacer una reunión festiva, una “macroquedada”, una comilona, una enorme bacanal, por ejemplo, para celebrar el momento actual porque la tendencia es negativa y veo el futuro más negro que los cojones de un grillo.
Efectivamente, somos funcionarios, ¿qué quieres? El otro día me enteré de lo que cobran los mandamases de las mutuas, y como todos los mandamases, se sientan sobre sus billetes hasta que Putin apriete el botón, mientras tanto, a vivir, ceteris paribus. Si te fijas, cuando hay un problema siempre tendemos (yo el primero) a apuntar a los que están enfrente, sin darnos cuenta de que quienes tendrían que dar la cara por nosotros van a su bola. Bueno, a su bola, a sus reuniones con gentes de corbata y papada que son jefes de otras cosas y se mueven en sus mismos círculos, entre risas, eventos, postureo y favores. ¿Te acuerdas del maestro, el médico, el cartero y el alcalde... y el tonto? Pues ahora nos hacen tontos a nosotros y ellos son los listos.
Necesitaríamos a alguien con un par de valores, un Bukele apolítico, que pase de esa dualidad que nos está machacando, con las cosas claras y con ganas de ser pionero en un mundo bastardeado donde los políticos se insultan con errores ortográficos y quienes les rodean mueven la cabeza como aquellos perros que ponían algunos en sus coches en tiempos pretéritos.
Un saludo. Ánimo.