La verdad es que estamos disfrutando de unos años de risa, un auténtico sketch a escala planetaria. España, por su parte, se ha lanzado a experimentar con el comunismo de la manera más folclórica posible. En cuanto a producir algo, parece que el nuevo lema es 'que lo hagan otros'. Mientras tanto, al otro lado del mundo, ya deben estar pidiendo un palco para ver cómo evoluciona el espectáculo.