Buenas tardes...
Solicito consejo en cuanto a un asunto delicado, aprovechándome de vuestra valiosa experiencia.
Un trabajador de nuestra plantilla ha enviado a una persona a cubrir su puesto, sin mediar aviso a la empresa o su inmediato superior, concurriendo además la circunstancia de que la persona que acudió en su lugar no tiene permiso de trabajo.
Tengo claro que lo puedo sancionar con la máxima dureza posible, pero tengo dudas ante la posibilidad del despido disciplinario, pues ya lo hice en el pasado con un trabajador que sustrajo bienes ajenos de un centro de trabajo y, aunque quedó probado durante el proceso (y así lo reconoce la sentencia) que se había producido el robo, el juez estimó desproporcionada la medida disciplinaria (inefable porque el tipo era un conserje de una finca urbana, quien supuestamente debe custodiar los bienes comunes, la correspondencia, los accesos, y en ocasiones las llaves particulares....), condenándonos a abonar 45 días/año.
Me gustaría también interesar a la Inspección de Trabajo en el asunto, pero también tengo mis dudas sobre si quedaremos exentos ante cualquier responsabilidad, ya que, aunque los centros de trabajo están distribuidos en distintas direcciones y no son propiedad de la empresa, entiendo que tenemos el deber de ejercer un control sobre su ocupación y acceso (control gracias al cual el trabajador fue detectado en pocas horas y expulsado del puesto). Y visto el afán recaudatorio que se está promoviendo y parece está arraigando en los inspectores jóvenes con menos experiencia (hoy mismo me han sancionado con una sonrisa de oreja a oreja, respondiéndome ante mi manifiesta y muy expresiva discrepancia que recurra), quiero ir con mucha cautela en este asunto.
Acudo a vosotros por que, en estos casos extraordinarios, he comprobado por experiencia que, precisamente, la experiencia es fundamental.
Saludos.
Solicito consejo en cuanto a un asunto delicado, aprovechándome de vuestra valiosa experiencia.
Un trabajador de nuestra plantilla ha enviado a una persona a cubrir su puesto, sin mediar aviso a la empresa o su inmediato superior, concurriendo además la circunstancia de que la persona que acudió en su lugar no tiene permiso de trabajo.
Tengo claro que lo puedo sancionar con la máxima dureza posible, pero tengo dudas ante la posibilidad del despido disciplinario, pues ya lo hice en el pasado con un trabajador que sustrajo bienes ajenos de un centro de trabajo y, aunque quedó probado durante el proceso (y así lo reconoce la sentencia) que se había producido el robo, el juez estimó desproporcionada la medida disciplinaria (inefable porque el tipo era un conserje de una finca urbana, quien supuestamente debe custodiar los bienes comunes, la correspondencia, los accesos, y en ocasiones las llaves particulares....), condenándonos a abonar 45 días/año.
Me gustaría también interesar a la Inspección de Trabajo en el asunto, pero también tengo mis dudas sobre si quedaremos exentos ante cualquier responsabilidad, ya que, aunque los centros de trabajo están distribuidos en distintas direcciones y no son propiedad de la empresa, entiendo que tenemos el deber de ejercer un control sobre su ocupación y acceso (control gracias al cual el trabajador fue detectado en pocas horas y expulsado del puesto). Y visto el afán recaudatorio que se está promoviendo y parece está arraigando en los inspectores jóvenes con menos experiencia (hoy mismo me han sancionado con una sonrisa de oreja a oreja, respondiéndome ante mi manifiesta y muy expresiva discrepancia que recurra), quiero ir con mucha cautela en este asunto.
Acudo a vosotros por que, en estos casos extraordinarios, he comprobado por experiencia que, precisamente, la experiencia es fundamental.
Saludos.
