Ayer, tuve que estar en la reunión anual de propietarios de un apartamento que poseo en la localidad costera de Segur de Calafell. Todo iba sobre ruedas hasta que, una señora, propuso contratar a una mujer para hacer limpieza periódica de la escalera. La señora, en principio, estaría dada de alta en el RETA para evitar problemas. Pero, claro, ahí yo salté: cuidado con los falsos autónomos, ¿no sería mejor contratar una empresa? Uf, la que me cayó, la señora de la puerta de al lado, gritando: ¡¡¡ tú lo que no quieres es coger a nadie !!!, a ver, habló la gran profesional, ¿qué problema hay si ya la damos de alta en autónomos? Entonces, yo, le contesto, sí, pero mejor una empresa, que ahí no hay problema de falso autónomo: pues, nada, que tanto la administradora de fincas como la señora en cuestión, tomándome por idiota: pero si está en autónomos, qué problema hay? En fin, indignante. Pero, claro, no es la primera vez que me pasa, en mi empresa, cualquier mindundi se vé capacitado para discutir cualquier opinión que no es de su gusto: ¿por qué, siendo promotor, no puedo contratar todos los industriales de una obra, como si fuera un constructor???? De locos.