Se comenta en dicho artículo, que todo mayor de cierta edad (45-50 años) se vuelve transparente, invisible para el mercado laboral, con el perjuicio que ello conlleva si te quedas desempleado a determinada edad. Y ya no sólo en aquellos sectores donde la imagen del trabajador es de vital importancia (gracias a determinadas ideas preconcebidas e insertadas en nuestro adn social desde tiempo inmemorial): camareros, azafatas, recepcionistas, secretarias, etc... sino en otros ámbitos del mundo laboral donde, la experiencia, debiera ser un importante plus: empleos técnicos, administrativos, jurídicos, etc... pero donde, al final, siempre prima la juventud por delante de la experiencia. Grave problema de índole social creado pues, muchos de esos veteranos en desempleo, pueden caer, fácilmente, en la precariedad hasta el fin de sus días (si no trabajas, no cotizas y, si no cotizas, tu pensión acabará siendo miserable).
Pero hay otra reflexión añadida: ¿si resulta que hasta los 35 no puedes encontrar empleo por no tener experiencia, pero, encima, es fácil que te despidan a los 45 porque ya devienes obsoleto (obsolescencia real o impuesta por el mercado laboral), ¿cuánto vas a acabar trabajando a lo largo de tu vida laboral? Y parece un problema de nuestros días, pero recuerdo que ya hablaba de esto con compis cuando empezaba: allá por 1996.
Pero hay otra reflexión añadida: ¿si resulta que hasta los 35 no puedes encontrar empleo por no tener experiencia, pero, encima, es fácil que te despidan a los 45 porque ya devienes obsoleto (obsolescencia real o impuesta por el mercado laboral), ¿cuánto vas a acabar trabajando a lo largo de tu vida laboral? Y parece un problema de nuestros días, pero recuerdo que ya hablaba de esto con compis cuando empezaba: allá por 1996.