Enric
Miembro
Siempre los ha habido y siempre los habrá y siempre me cuesta de gestionar los clientes a los que les tramitas algo extra que no entra en la cuota mensual y se queja y queja y se vuelve a quejar (como los peces en el río) de lo que le has cobrado por el trámite. En cambio, hay otros que incluso te agradecen lo que le has conseguido o evitado con ese trámite y lo ponen por encima del precio. Afortunadamente, muchos son de este último tipo (de los de "gracias, siempre respondes cuando tengo un problema").
Pero, por ejemplo, un cliente quejoso (pequeño comercio con dos empleados) que por una carta de despido disciplinario por faltas de asistencia + llamadas del cliente + explicación y asesoramiento sobre el caso al cliente + finiquito con descuento por absentismo + baja en Seg.Social + certificado SEPE telemático, que se queje de que "por una carta me cobras 90€" y es que "ya sabes que mi negocio no va bien", aparte de respirar y no tomármelo de manera personal ¿cómo gestionar esto en estos tiempos? Porque ahora no me sobra ningún cliente y enviarlo a ... como había hecho en tiempos mejores, pues ahora mismo que no lo veo. Porque tengo comprobado que el que se queja una vez por un trámite de despido, se vuelve a quejar otra vez porque ahora me cobras el contrato de la nueva trabajadora y luego se volverá a quejar por lo que sea.
¿Quizás es que no sé transmitirle a estos clientes el valor que les aporto con mi trabajo o es que ya son de quejarse con todo en la vida?
Pero, por ejemplo, un cliente quejoso (pequeño comercio con dos empleados) que por una carta de despido disciplinario por faltas de asistencia + llamadas del cliente + explicación y asesoramiento sobre el caso al cliente + finiquito con descuento por absentismo + baja en Seg.Social + certificado SEPE telemático, que se queje de que "por una carta me cobras 90€" y es que "ya sabes que mi negocio no va bien", aparte de respirar y no tomármelo de manera personal ¿cómo gestionar esto en estos tiempos? Porque ahora no me sobra ningún cliente y enviarlo a ... como había hecho en tiempos mejores, pues ahora mismo que no lo veo. Porque tengo comprobado que el que se queja una vez por un trámite de despido, se vuelve a quejar otra vez porque ahora me cobras el contrato de la nueva trabajadora y luego se volverá a quejar por lo que sea.
¿Quizás es que no sé transmitirle a estos clientes el valor que les aporto con mi trabajo o es que ya son de quejarse con todo en la vida?